Capítulo I

Alicia regresa a casa tras su viaje al país de las maravillas

 

 

Alicia abandonó el país de las maravillas y regresó a casa convertida en una hermosísima  joven, que vestía ropa inadecuada para su esbeltez.

Y lo extraño fue  que nadie, ni siquiera sus padres, le advirtió  de su escaso atuendo. No podía cerrar su camisa, ni subir el cierre de su falda,  que se quedaba a la altura de su pelvis. Y los zapatos los había arrojado a un  contenedor de basura porque ni a manera de chanclas podía caminar con ellos.

 

Así que todos estamos pensando ¿qué parecía Alicia cuando regresó a casa? Aquí tenemos una  foto  de  ella,    en  aquellos días, que  sujetaremos a la página para que  podamos imaginar su  aspecto   de entonces.

 

 Así se movía Alicia por su pequeña ciudad, alterando, sin saberlo,  el orden público y mostrando a todos su fantástica personalidad, que despertaba recelos en la inmensa mayoría, pues  temían que  en cualquier momento se desenfrenara en nueva  aventura.

Y así fue. Alicia no permaneció largo tiempo con sus padres porque, su viva imaginación y su insaciable curiosidad la llevaron   hasta la granja de los señores Pitsburs,  convencida de que allí existía un rebaño de ovejas rosas, al que estaba dispuesta a adoptar y  llevar , contando sólo con la suavidad de su voz , hasta un lugar  más propicio para esos seres encantadores.

 

En el próximo capítulo os contaré cómo si inicia la nueva aventura de Alicia, y qué desmanes tiene que sufrir a causa de esa aventura.

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Capítulo II

Alicia y Las Ovejas rosas

 

 

Los señores Pitsburs pertenecían a una de las diez familias católicas del condado, cuyo estilo de vida se ajustaba al fundamentalismo religioso, propio de esa minoritaria comunidad religiosa. Los domingos los dedicaban por completo a la alabanza a dios, decían ellos, y cualquier actividad que supusiera un aliento de alegría mundana habría sido vista como pecado. De modo que, cuando el domingo tercero del mes de abril Alicia apareció en la puerta de los Pitsburs portando, como obsequio de presentación, una apetecible pierna de cerdo asada, el hijo mayor de los Pitsburs que había abierto la puerta, retrocedió unos pasos gritando mamá, para que esta saliera a recibir a la joven desconocida y afrontara la difícil situación. Alicia sólo buscaba la simpatía de los pitsburs para poderles solicitar el permiso a la entrada a la granja, en donde imaginaba ella que estaban las ovejas rosas.

La señora Pitsburs era una mujer de mediana edad, algo descuidada en su vestuario, pero que  infundía una extraña exaltación del ánimo ante su presencia, como si poseyera un gran atractivo, aun cuando no era exactamente hermosa.

Alicia, al verla, también sintió ese vértigo emocional que la mantuvo unos instantes paralizada, y fue la señora atractiva quien pronunció la primera palabra.-”Buenos días, querida. ¿Qué deseas?”- “Venía a presentarme, pues estuve muchos años fuera de aquí, y deseo ir conociendo a todos los vecinos”- “¿Cuál es tu nombre?”- “Alicia, de la familia Ransbors”.-“Bienvenida Alicia. Pasa y deja sobre la mesa eso que traes, que debe pesarte mucho “.

Con estas palabras se inició una deliciosa conversación entre ambas mujeres que las hizo desentenderse del tiempo, hasta que el señor Pitsburs apareció en la sala en donde se encontraban, cuando regresaba de la taberna que visitaba, a escondidas de su familia, para apostar en las carreras de caballo de la ciudad.

Alicia hizo un gesto de sorpresa y se acercó a saludar al recién llegado, y éste frenó su gesto, considerando que podría no gustar a su esposa. Con ese detalle Alicia pensó que las cosas podrían ser más fáciles de lo que había creído pues, por lo que parecía, ella y la señora Pitsburs se iban a entender.

(atentas al próximo capítulo)

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marzo 20, 2011

MANTEN ESTA VELA ENCENDIDA

octubre 20, 2010

 

«Pasádote el sombrero Purpura»

 

Hubiera encendido la vela rosada en forma de rosa antes de que se derritiera guardada en el armario.

  

 Habría invitado a mis amigos a cenar sin importar que la alfombra estuviese manchada y el sofá descolorido.


 Habría comido las palomitas de maíz en el «salón de las visitas» y me habría preocupado menos de la suciedad cuando alguien quisiese prender el fuego en la chimenea.
   
 Me habría dado el tiempo para escuchar a mi abuelo divagando sobre su juventud. 
   
 Habría compartido más de las responsabilidades que llevaba mi marido. 
   
Nunca habría insistido en llevar cerradas las ventanas del carro en un día de verano porque me acababa de peinar y no quería que mi pelo se desarreglara. 
   
 Me habría sentado en el prado sin importar las manchas de la hierba. 
 
 Habría llorado y reído menos viendo televisión y más mientras vivía la vida. 
   
 Nunca habría comprado algo debido a que era práctico, no se ensuciaba o estaba garantizado para durar toda la vida. 
   
 En lugar de evitar los nueve meses de embarazo, habría atesorado cada momento y comprendido que la maravilla que crecía dentro de mi, era mi única oportunidad en la vida de asistir a Dios en un milagro.  
 
 Cuando mis hijos me besasen impetuosamente, nunca habria dicho «más tarde, ahora ve y lavate para la cena», Habría habido mas «te quiero» y más «lo siento»  
 
 Pero sobre todo, quiero darle otra oportunidad a la vida, quiero aprovechar cada minuto. Mirar las cosas y realmente verlas… vivirlas y nunca volver atrás. ¡DEJAR DE PREOCUPARME POR LAS COSAS PEQUEÑAS!!!  
 
 No te preocupes sobre a quien no le agradas, quien tiene más o quien hace que. En lugar de eso, atesoremos las relaciones que tenemos con aquellos que de verdad nos quieren.
 
 
 
 «los amigos mantienen el mundo en movimiento»

Si no te importa, envía esto a todas las mujeres a las que tu agradeces tenerlas como amigas. 
 
 Tal vez todos nosotros deberíamos agarrar este sombrero purpura cuanto antes.
 
 Por favor envía esto hoy a por lo menos cinco fenomenales mujeres en celebración del Mes de las Mujeres Hermosas.
 
 Si lo haces, algo bueno sucederá, aumentarás la auto estima de otra mujer.            
 
 ¡MANTELA ENCENDIDA!  
 
 EN MEMORIA …
 
 Estos son los colores que representan los diferentes tipos de cáncer.

 
 Todo lo que te pedimos es que mantengas esta nota en circulación, aun si es con una sola persona, en memoria de todos los que conozcas que han sido afectados por el cáncer. 
 
 Una Vela No Pierde Nada Por Encender A Otra Vela.
 
 ¡Por Favor Mantén Esta Vela Encendida!
Esta es una enfermedad que afecta a todas las familias… ¡sin excepción!